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Cipri

« De vez en cuando camino al revés: es mi modo de recordar. Si caminara sólo hacía adelante te podría contar cómo es el olvido ». —Humberto Ak' Abal   Si no fuera por las icónicas flores rosas, los ciruelos no serían tan distintos a los árboles de cerezos. Sus ramas y hojas son muy parecidas, cuando menos si las ves a la distancia. Y si no fuera por tu ausencia, ya habría probado tu atole de ciruela, abuela. Mi madre ha intentado hacerlo, pero, por supuesto, no le sale. No es igual. Sospecho que las abuelas tienen su particular toque secreto que convierte cualquier receta en algo inalcanzable. Irrepetible. Lo cual es una lástima, siendo sinceros. Habría deseado que mi novia, y tal vez tus futuros bisnietos, probaran ese atole tuyo. Pero queda claro que no hay modo, que eso será imposible. Aunque yo, mi madre, o cualquier otro osado se atreviera a intentarlo, jamás lo conseguiríamos. El atole de ciruela era algo tuyo. Al igual que las escobetas capeadas, tus salsas pic
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